viernes, 29 de septiembre de 2017

La Sociedad y El Monstruo Frankenstein

El “Frankenstein” de Mary Shelley

Es la historia de un hombre de ciencia, “hambriento” de conocimiento y poder, que deseoso de desafiar a la muerte, construye en su laboratorio un nuevo hombre, compuesto con partes de cadáveres, incapaz de enfermaro de morir, una nueva raza superior. El error ético que comete el Dr. Frankenstein es creer que el ser humano puede ser Dios, y desafiar las leyes de la naturaleza sin consecuencias, nada más lejos de la realidad.Sin la guía de su “padre”, el “monstruo”, huye y se esconde de los pobladores que lo rechazan por ser diferente, al que consideran un adefesio monstruoso, carente de todo sentido moral del bien y el mal e incapaz de amar, pues su sola presencia es considerada indeseable.Herido en lo más profundo de su ser, jura venganza contra su creador, aquel que debió protegerlo de todo mal e instruirlo en el arte de vivir, y que sin embargo, rechazó, y alejó de él como si fuera un leproso.Indignado ante tales acciones, cobra venganza contra su creador asesinando primero a su hermano menor, William, para después asesinar a la mujer que Víctor (su creador) amaba profundamente, Elizabeth, con esto pretendía vengar el amor paternal que le fue negado desde su “nacimiento” aquella noche de tormenta, al igual que el desprecio de suCreador.Así suceden los acontecimientos de esta triste historia.

Equiparado al asesino serial

El asesino serial, al igual que el “Monstruo de Frankenstein”, fue una creatura indefensa que igualmente fue rechazado y despreciado por su creador (padre/madre), cuyas carencias emocionales, marcaron su existencia, despojándolo de todo sentido de moralidad,por lo que sus acciones en consecuencia, reflejaban el sufrimiento de su ser, que en su afán por vengarse de aquello que vivió de niño, en su mente se distorsionan los conceptos de  mundo, sociedad, y las leyes que la rigen.En el caso del asesino serial éste está plenamente consciente de sus acciones, sabe que asesinar es ilícito y es castigado por la ley, sin embargo lo hace, como un reflejo de su propio sufrimiento; algunos lo han transformado en odio, una herramienta útil para aquellos que prefieren no sentir empatía por su víctima o remordimientos post crimen, lo cual va mermando su humanidad, despojándolos de todo lo que les estorba (emocionalmente) en su carrera delictiva.El “Monstruo” Frankenstein, se sentía rechazado, despreciado, marginado por sus orígenes, obligado a vivir en las sombras de una sociedad a la que consideraba cruel, sin embargo el asesino serial, puede mimetizarse entre las personas, esforzarse en parecer “normal”, y así alejar toda sospecha de sí; trabaja, paga sus impuestos, y en algunas ocasiones muy raras es un miembro respetable de la sociedad, pero que esconde tras la máscara, un rostro totalmente diferente. La creación de Víctor Frankenstein y el asesino serial, se asemejan en el rechazo por parte de su progenitor, en su carencia de amor, y en la falta de una educación y guía que los orientara en la vida, sobre cómo manejar sus emociones, pensamiento, una figura paterna amorosa, una familia unida y estabilidad emocional.

El rechazo del Creador

Al igual que el personaje escrito por Mary Shelley, el asesino serial se ve rechazado por su creador, generalmente su padre o madre, de la cual depende para subsistir. Ese rechazo mermará su capacidad de desenvolverse sanamente en el mundo, le impedirá mantener un trabajo y nulificará su capacidad de amar.Incapaz de ser un miembro útil para la sociedad, enfocará sus fuerzas a desahogar sus frustraciones en todo aquel que considere vulnerable.La sociedad no se inmutará de su presencia, será un personaje gris, “invisible”, sin trascendencia, al cual ignorará en su continuo devenir cotidiano.  Desafiará a su creador a través de sus asesinatos, lo intimidará, obligándolo a contemplar impasible sus fechorías. Será señalado, juzgado, repudiado, raramente admirado, perseguido, acorraladoy finalmente enjaulado.

Las consecuencias en la vida real

Para él la vida humana carece de importancia, es insignificante, por eso cuando asesina a un sujeto,pretende demostrarle a la sociedad que puede acabar con la vida de una persona y no importará, no hará una diferencia en la realidad, son tantos los seres humanos en el mundo, que uno menos, es inverosímil.Teilhard de Chardin afirma que, (Gutiérrez, Introducción a la Ética, 2001),“el mal es el precio que pagamos por el hecho de la evolución y por la perfección que vamos a obtener” (p.p.162), según esto, el mal en el hombre forma parte de su evolución y no importan las consecuencias de sus acciones, logrará su objetivo de ser mejor, superarse, evolucionar.Sin embargo, el mal es el resultado de decisiones conscientes o inconscientes, orientadas a perjudicar a otros, sin importar las consecuencias, ni el dolor o sufrimiento que pudiesen causar a los afectados, solo se piensa en el propio placer. Es consecuencia de la libertad de la que el ser humano posee, y que haciendo un uso equivocado de ella, acaba por convertirse en un “monstruo”, mezcla de razón e instinto, inteligencia y brutalidad, capaz de transformar su entorno en cenizas, y sentarse tranquilamente a contemplar su obra.



Conclusiones


La violencia en el hombre es el resultado de múltiples factores, entre los abordados en la presente monografía se encuentran el maltrato que los niños sufren en el seno familiar por parte de sus padres, generalmente, al igual que la ausencia de disciplina en la educación.También se determinó que la violencia, en cualquiera de sus manifestaciones, afecta la percepción que el individuo tiene tanto de sí mismo como de su entorno, los golpes e insultos solo provocan que el sujeto se aparte del mundo, a pesar de seguir inmerso en él. Se ha observado que la infancia de muchos asesinos seriales, asesinos o genocidas, estuvo marcada por la violencia, el desprecio, los golpes, o el odio, por lo que el camino que seguirán estos individuos se acoplará a los cimientos de la infancia. Por ejemplo, Adolfo Hitler, sufría constantes humillaciones, su madre una mujer sumisa, no se defendía de las agresiones, solo las justificaba y evadía la responsabilidad en la formación emocional de su hijo, que en la madurez se convertiría en uno de los genocidas más terribles de la historia. Orientar a los hijos a través de los valores, ética, amor, disciplinasin violencia ni golpes, elevar su autoestima, reforzar positivamente sus cualidades, educarlos con conocimiento de causa(libros especializados, psicólogo, etc.)crea un ambiente familiar positivo en el que el niño crecerá con los problemas normales que el ser humano atraviesa en esa etapa, pero que,sin embargo, no serán factores que lo orienten a obrar mal en perjuicio de sí mismos ola humanidad.Las emociones son un factor determinante en el proceder de los individuos, aquellos que no han sabido controlarlas, son los que generalmente asesinan, golpean, maltratan, violan, o destruyen comunidades enteras, como por ejemplo el padre que golpea repetidamente a su esposa o a sus hijos dominado por la ira y el alcohol, el asesino serial, o el político radical (Adolfo Hitler).Otro ejemplo concreto es Richard Kuklinski mejor conocido como The Ice Man, este frio homicidadeclaró en una entrevista que su padre solía golpearlo sin parar, como figura de “autoridad” descargaba sus frustraciones en él. Por lo que todo aquello que amaba se había desvanecido, que lo único que le quedaba era el odio, y que sin él probablemente no podría continuar existiendo. Le apodaban Ice Man porque no mostraba emoción o remordimiento alguno en el momento de los asesinatos, ni después, era frio como el hielo. Por otra parte, la sociedad a través de la escuela, los maestros, las instituciones o la familia, contribuyen a desarrollar un comportamiento violento en los individuos. Por ejemplo: el acceso a eventos agresivos o violentos a niños y adolescentes (corridas de toros, artes marciales mixtas, entre otras), en la familia la educación o disciplina infantil a través de golpes e insultos, los mensajes televisivos sexistas en los que se denigra a la mujer, la falta de atención de las Autoridades a los casos de: violencia de género, acoso sexual, violencia intrafamiliar, crueldad contra los animales, feminicidios, trata de blancas, pornografía infantil, entre muchos otros, provoca que los individuos violentos continúen realizando estas actividades con impunidad, pensando que no habrá nadie que pueda castigarlos, porque las autoridades han sido corrompidas y en consecuencia seguirán actuando sin límites ni restricciones, por lo tanto, el ciclo de la violencia en el ser humano no tendrá fin.

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