miércoles, 18 de enero de 2017

El proceso Psicoterapéutico, " El día que Nietzsche lloró


Por Salvador García Pérez
Los seres humanos desde su nacimiento, desarrollo y posterior deterioro tanto psíquico como físico, se enfrenta a múltiples situaciones que en ocasiones es incapaz de enfrentar solo, por tal razón acude a un consultorio para recibir orientación de un profesional, unas veces es un psicólogo, otras un psiquiatra, terapeuta, sacerdote, Guru, etc., todo para lograr alcanzar la estabilidad emocional que desean cuya motivación se presenta en forma de conflicto emocional o existencial, llámese inminente separación y/o divorcio, duelo por la muerte de un ser querido, la pérdida de una billetera, llaves, muerte de una mascota y cualquier otra situación por absurda que a algunas personas les pueda parecer.
Un ejemplo de esta situación se presenta en el libro "El día que Nietzsche lloró" del escritor y Psicólogo Irvin D. Yalom en el cual nos presenta una situación ficticia que a continuación describo.
El Dr. Breuer, un brillante médico, conocido por sus métodos novedosos e intrépidos es contactado por una mujer rusa, ex pupila de ni más ni menos que Friedrich  Nietzsche, el eminente Filósofo alemán, conocido por sus tesis contra el cristianismo. A través de una carta la joven, le exhorta "curar" a su mentor y amigo, de un mal que lo aqueja, acordando en la misma una cita con el propósito de ahondar en el caso del Filósofo.
-El escritor, en una magistral estructura de acontecimientos y situaciones, introduce al lector en una vorágine de diálogos filosóficos entretejidos cuya intensidad lo envuelve de tal manera que le es imposible dejar la lectura.-
Ahora, un pequeño diálogo para ejemplificarlo.
"Por fin, Breuer se atrevió a hacer una pregunta.
-Entonces, si lo he entendido bien, ¿el eterno retorno promete una forma de inmortalidad?
-¡No!—exclamó Nietzsche con vehemencia--. Yo enseño que no debe vivirse ni desperdiciarse la vida con la promesa de otra vida futura. Lo inmortal es esta vida, este momento."  (Yalom, 2002)
Como se puede observar en este extracto, El Dr. Breuer y Nietzsche se enfrascan en un intercambio de observaciones sobre la existencia, la vida, el gozo, entre muchos otros temas, pretendiendo "curarse" el uno al otro, en un proceso terapéutico recíproco sumamente intenso y enriquecedor.
Las constantes dolencias físicas del filósofo lo atormentan así como sus conflictos existenciales (parece extraño en este personaje), sin embargo así sucedió (en la novela). El proceso psicoterapéutico es en primera instancia, un ejercicio interior, en cuyo silencioso análisis, se desarrolla toda la temática posible del individuo que presa del temor a perderse en un mar de dudas, recuerdos, incógnitas, miedos, fantasías de lo que pudo ser y no fue, entre muchas otras que lo volverían literalmente "perder la cabeza".
Yalom, D. I. (2002). En D. I. Yalom, El día que Nietzsche lloró (págs. 312, 313). México: Emecé Editores.
12 enero 2017



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