viernes, 17 de junio de 2016

manifestaciones callejeras

Las manifestaciones callejeras de ciudadanos indignados por algún acontecimiento que sucede en su país o ciudad, no debe ser motivo para convertir dicho movimiento pacífico, en una orgía de violencia y destrucción, que lo único que provoca es desconfianza en las manifestaciones callejeras de indignación, es importante que los ciudadanos que se manifiestan en las calles de las ciudades, entiendan que la destrucción de propiedad privada no sirve para su causa, al contrario, los muestra como lo que parecen, vándalos que no les importa la democracia ni la paz en su país. Seamos coherentes, si se manifiesta jactándose de que su protesta es pacífica, que así sea, no destruyan, no roben, sean coherentes, pero sobre todo, a las autoridades, por favor, no por las acciones de unos "satanicen" las manifestaciones callejeras, cuyo único propósito es demostrar el descontento de la población por alguna injusticia acontecida.

La libertad del hombre

    No hay duda de que el hombre fue creado para lograr grandes cosas, según la religión católica, fue hecho a imagen y semejanza de Dios, esto significa que su inteligencia, razón, y orientación al bien, son parte de esa imagen que Dios posee, pero le otorgo una cosa que usada equívocamente puede ser su perdición….La Libertad. Es por la libertad que el hombre es diferente a los animales, pues ellos están ataos a su instinto primitivo, y el hombre no, pues la razón lo rige. Los seres humanos somos libres por naturaleza, pero esa libertad conlleva responsabilidades, es decir, límites, pero no en un sentido perjudicial, sino como balance para evitar que el hombre se pierda en un mar de excesos lo que lo llevaría a su auto destrucción. El hombre siempre ha luchado por su libertad, porque ha comprendido que es intrínseca a él. Las ataduras pueden ser físicas o mentales, impuestas por sí mismo o por alguien más. Platón planteaba en “La Alegoría de la Caverna” que el hombre es prisionero de sus propios pensamientos, prejuicios, temores, y su visión del mundo real es limitada pues tan solo contempla sombras de lo que realmente es. Es decir, no es libre.

No existen razas solo seres humanos

Desde sus orígenes, el hombre se ha separado de si mismo, levantando barreras tan altas como el mismo cielo, creando fronteras entre los pueblos de su misma especie, señalando los defectos físicos, culturales o étnicos de otros, como ejemplo de esto, la segregación étnica de afroamericanos en Estados Unidos de Norte América en la década de los 60.
Ahora, la segregación humana se ha convertido en un tema recurrente en los noticieros del mundo, la presentación de situaciones en las que personas de distintas etnias están involucrados en algún conflicto armado derivado en violencia y muerte, es presentado erróneamente como eventos de índole racial, cuando en realidad es una cuestión de perspectiva o visión distorsionada de lo que realmente representan los involucrados pues ellos no pertenecen a distintas razas sino solo una, la humana, claro, piensan, visten, creen, de forma diferente, etnias y costumbres distintas, pero finalmente una sola raza, la humana, entonces, porque la necedad de vernos diferentes, de separarnos los unos a los otros, por qué el afán de personas como Donald Trump de crear más muros, armar a los policías o soldados contra personas que son distintas, finalmente, todos de una u otra forma somos inmigrantes del mundo, pues pertenecemos a distintas mezclas de etnias que cambiaron de hogar, desde los españoles que emigraron a estas tierras hasta los nativos que habitaban en ellas. Debajo de la piel, independientemente de su textura, color o pigmentación, todos tenemos los mismos componentes internos, absolutamente nadie es distinto en ese aspecto, tenemos huesos, carne, piel, sangre y fluidos, no somos realmente diferentes los unos de los otros.